En algún lugar, no se sabe cuál.
Hoy quiero agradecer a Fatih Akin por todo lo que me han
hecho sentir sus películas, llenas de tragedias y desgracias, pero siempre
conmovedoras y muy románticas. Gracias, Akin. Recuerdo mucho una escena en “Im
Juli”, tú como el policía de la frontera que deja pasar a los amantes; fue un
mensaje para nosotros: hay espacio para el amor en nuestra vida. Por más
desastres, sufrimiento e injusticias que tenga, hay espacio aún para el amor.
Sus historias versan en el mundo de los inmigrantes turcos
en Hamburgo, una historia cruel, de aislamiento, luchas políticas y miseria. Fatih
Akin es, él mismo, un personaje de sus películas. Es el griego jovial y neurótico de “Soul Kitchen”, perdido en una ciudad agreste donde todos le quieren quitar
algo, pero a la vez encontrado y reivindicado
en el amor perdido y el encontrado. Es también el turco drogadicto y anético de
“Gegen die Wand”, que encuentra el amor, lo pierde y lo destruye. Y es también
el ordenado y escrupuloso catedrático de “Im Juli” que busca, pierde y finalmente
encuentra el amor. El amor y el desamor siempre.
Nacido en Hamburgo, de origen turco, activista social y político e increíblemente joven; estamos esperando
el fin de su trilogía sobre amor, muerte y demonio, que empezó con “Gegen die
Wand”, siguió con “Auf der anderen Seite”, y debe culminar con “Teufel”.
Tuvo que hacer un pausa tras “Auf der anderen Seite”, pues
la muerte de su mentor durante los
últimos días de la filmación lo identificó demasiado con lo que estaba pasando
en sus películas. “Me sentí exhausto, me
di cuenta que estaba filmando todas esas cosas de las que estábamos hablando en
la pantalla; me sentí exhausto y triste, no sé, sentí que si salía y hacía la
tercera parte de la trilogía podría matarme”. Y así fue, luego hizo algo
más ligero, distinto - mas también muy bueno - como la comedia “Soul Kitchen”,
y bueno, ya está. Eso fue el 2009 y aún ninguna nueva película. Pero no
importa, Fatih, te queremos y esperaremos pacientemente.
Me quedo con la escena inicial de “Gegen die Wand”. Ajeno en
Hamburgo y también en Estambul, Akin espera y trabaja. Esperaremos con él.