miércoles, 30 de octubre de 2013

Fatih Akın – En algún lugar entre Hamburgo y Estambul

En algún lugar, no se sabe cuál.

Hoy quiero agradecer a Fatih Akin por todo lo que me han hecho sentir sus películas, llenas de tragedias y desgracias, pero siempre conmovedoras y muy románticas. Gracias, Akin. Recuerdo mucho una escena en “Im Juli”, tú como el policía de la frontera que deja pasar a los amantes; fue un mensaje para nosotros: hay espacio para el amor en nuestra vida. Por más desastres, sufrimiento e injusticias que tenga, hay espacio aún para el amor.



Sus historias versan en el mundo de los inmigrantes turcos en Hamburgo, una historia cruel, de aislamiento, luchas políticas y miseria. Fatih Akin es, él mismo, un personaje de sus películas. Es el griego jovial y neurótico de “Soul Kitchen”, perdido en una ciudad agreste donde todos le quieren quitar algo, pero a la vez encontrado  y reivindicado en el amor perdido y el encontrado. Es también el turco drogadicto y anético de “Gegen die Wand”, que encuentra el amor, lo pierde y lo destruye. Y es también el ordenado y escrupuloso catedrático de “Im Juli” que busca, pierde y finalmente encuentra el amor. El amor y el desamor siempre.




Nacido en Hamburgo, de origen turco, activista social y  político e increíblemente joven; estamos esperando el fin de su trilogía sobre amor, muerte y demonio, que empezó con “Gegen die Wand”, siguió con “Auf der anderen Seite”, y debe culminar con “Teufel”.

Tuvo que hacer un pausa tras “Auf der anderen Seite”, pues la  muerte de su mentor durante los últimos días de la filmación lo identificó demasiado con lo que estaba pasando en sus películas. “Me sentí exhausto, me di cuenta que estaba filmando todas esas cosas de las que estábamos hablando en la pantalla; me sentí exhausto y triste, no sé, sentí que si salía y hacía la tercera parte de la trilogía podría matarme”. Y así fue, luego hizo algo más ligero, distinto - mas también muy bueno - como la comedia “Soul Kitchen”, y bueno, ya está. Eso fue el 2009 y aún ninguna nueva película. Pero no importa, Fatih, te queremos y esperaremos pacientemente.

Me quedo con la escena inicial de “Gegen die Wand”. Ajeno en Hamburgo y también en Estambul, Akin espera y trabaja. Esperaremos con él.