martes, 14 de julio de 2015

Herzog vs. Kinski: Sucedió en el Perú

“¿Se lo matamos, jefe?”


Klaus Kinski en el Perú durante la filmación de "Fitzcarraldo" (1982)



La escena transcurre entre 1979 y 1981. Participan en ella el actor Klaus Kinski y el equipo de producción de Werner Herzog. Las peleas son infinitas. Y la oferta asesina viene de uno de los comuneros peruanos contratados que observaban atónitos, día tras día, noche tras noche, los exabruptos de Kinski contra todo el personal encargado de la filmación de “Fitzcarraldo”, especialmente contra su "enemigo íntimo", Werner Herzog. El saldo es conocido: Kinski no fue finalmente asesinado por los nativos amazónicos, sino que protagonizó una de las joyas que lo elevarían finalmente al parnaso actoral. Asimismo, la filmación de Herzog fue una de las grandes epopeyas de la historia del séptimo arte y termina con un final feliz. Un final grandioso.



"La ira de Dios" (1972)




No se sabe cómo así Herzog decidió realizar en nuestro país algunas de sus más recordadas películas, tres en total: “Aguirre: La ira de Dios”, “Fitzcarraldo” y “Alas de Esperanza”. Atravesaron múltiples dificultades en la filmación, que se repartió por el valle de Machu Picchu, afluentes del río Ucayali y el Urubamba. Entre las anécdotas más conocidas está el breve paso que tuvo por el país Mick Jagger en su intento de interpretar a un personaje para "Fitzcarraldo". Hay otras. Pero más que todo, hoy vale la pena recordar el duelo de titanes que acaeció acá: el director contra el actor. No, esto no es Brando contra Coppola o De Niro contra Scorsese. Esto es Herzog contra Kinski, y pasó hace decenios en nuestra selva. 



Tras la muerte de Kinski, Herzog decide filmar un documental sobre su relación durante los 5 filmes en los que colaboraron: "My best fiend" (1999)



Herzog tenía sólo 28 años cuando empezó los contactos con Kinski, de 44, para protagonizar “Aguirre”. Aproximadamente un tercio del poco dinero que consiguió para su proyecto fue para costear el sueldo del actor. Algo similar sucedería años después con "Fitzcarraldo". Alguna vez Herzog dijo que las turbulentas e inhóspitas aguas del río Ucayali son la mejor metáfora de su relación, de real amor odio, con insultos que van y vienen, ensañamiento visceral y amenazas de muerte en ambos bandos y que han sido retratados en “Mi enemigo favorito” y también en “Burden of Dreams” (1982). 


Recordemos que Kinski es famoso por haber rechazado a directores de la talla de Truffaut, Fellini, Pasolini, Visconti y Spielberg; así como también por haber participado en muchas películas bastante menores, como mejor ejemplo su último filme, “Paganini”. Pero prefería a Herzog. Y Herzog lo prefería a él. “Lo extraño. No siempre, pero lo hago” - dice Herzog. Kinski replica, en su rabia habitual – ver su libro autobiográfico - “La simple idea de que él esté ahí, en medio de la selva, me enferma”, “Le grito que apesta, que me da asco, que no quiero oír su asquerosa palabrería, ¡que no lo soporto! ¡Está loco!”. “Eso nos hace dos locos” - replica Herzog. 



Kinski y Herzog, esta vez riendo. 




Actualmente alejado del "mainstream", el director alemán tiene fama también de ser un hombre conflictivo. Quizá sus insultos hacia Kinski, quien padecía de severas alteraciones mentales - "naturalmente estúpido", "maricón", "cobarde" -, han sido minimizados en sus documentales, pero podrían ser hoy bastante criticables. Y hay que mencionar también que aprovechó muchas manifestaciones psiquiátricas penosas que sufría Klaus para beneficio de sus películas. Un ejemplo claro puede ser la interpretación de un psicótico en "Woyzeck". "Lo única que realmente importa es lo que se ve en el filme", sentencia, y vaya que se logró.


¿Quién fue Kinski?


Klaus Kinski, genial en "Woyzeck" (1979)



Nacido en 1926 en la ciudad libre de Danzig, Klaus Kinski pasó bastantes penurias económicas en la infancia. Miembro de las juventudes hitlerianas, debió servir en la guerra, fue herido y capturado en los Países Bajos, pasó años como prisionero en Inglaterra donde aprendió el inglés y trabajó dando teatro a los refugiados. Sus habilidades para la declamación fueron aliciente para que su venturosa carrera prosperase. El resto es historia conocida. Sus éxitos, incluidas los cinco filmes que protagonizó para Werner Herzog - "Nosferatu", "Cobra Verde" y los tres ya mencionados -, sus fracasos, sus escándalos incestuosos y el hallazgo de su cadáver en California el año 1991, donde murió de un infarto. 



Historia clínica de Klaus Kinski (DPP)


Para un personaje tan complejo y perturbador, hay siempre un psiquiatra dispuesto a dar su opinión. El año 2008 salió a la luz el registro psiquiátrico de Klaus Nakschinski, su nombre de nacimiento, en la clínica Karl Bonhoeffer de Berlín. La polémica (e indiscreta) publicación la hizo el diario sensacionalista alemán “Bild”. Su estadía en la clínica empezó a la edad de 24 años, cuando un cinco de setiembre del año 1950 ingresa al servicio de hospitalización. Su primer diagnóstico fue “psicopatía”, un trastorno severo de la personalidad, caracterizado por la mentira, la impulsividad y la falta de escrúpulos en sus actos. Prendado de una médico del nosocomio, hay registros de acoso y agresión hacia ella antes y después del internamiento. Luego saldrían a relucir, en otros registros, sus perversiones , con las que fue tildado de "adicto sexual", y que incluyen una severa acusación de violación de una sus hijas. 


Otros registros usan también términos clínicos como "manía", "narcisismo", "peligro para la sociedad", "obsesión por la limpieza" y un diagnóstico final de "esquizofrenia". En "Mi enemigo..." se relata además que siempre cargaba una botella de licor con él. 


“Ich bin nicht mehr”


Loco, maniático, perverso, sátiro, explosivo, amoral. Y genio. Un genio domado por otro genio, un desquiciado similar que logró con él lo que no pudo con otro actor: la inmortalidad. Es acertado decir que muchos recordarán a Herzog sólo por las películas que hizo con Kinski. 



'Finale' de "Cobra Verde". El personaje de Kinski muere y él lo haría poco después. Su último filme después de este fue "Paganini"(1990)

En la última escena de “Cobra Verde” (1988) podemos asistir a la autodestrucción metafórica de Kinski. Werner Herzog está detrás de cámaras observando. La escena es poderosa, y el final también. Herzog le sobrevive, y dentro de poco va a regresar al Jorge Chávez. Los periodistas preparan sus preguntas sobre Klaus, y el duelo continúa. 



Werner Herzog regresa al Perú para el 19FCL.





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